Tras evidenciar que el gigante de los motores de búsqueda estaba pagando salarios sustancialmente más bajos a sus empleadas mujeres que a sus pares hombres, el departamento de trabajo del gobierno de los Estados Unidos demandó a Google.
Así, dicho departamento de trabajo afirmó que “halló sistemáticas disparidades compensatorias en contra de mujeres en prácticamente toda la fuerza laboral” al hacerse presente en una audiencia en un Juzgado Federal de San Francisco en la demanda que lleva adelante contra Google.
Según afirma el gobierno de los Estados Unidos estas diferencias salariales, según se trate de empleados hombres o mujeres, vienen siendo investigadas desde el año 2015, y desde ese entonces se le viene solicitando a Google que dé las explicaciones pertinentes al caso, y que colabore con la investigación, situaciones que no se han dado, según afirma el departamento de trabajo de Estados Unidos.
Por su parte, Janet Harold, del departamento de trabajo de los Estados Unidos manifestó en una nota para el diario británico “The Guardian” que “la agencia ha recibido pruebas irrefutables de discriminación muy significativa en contra de las mujeres en los puestos más comunes de los cuarteles generales de Google”.
Google ante estas denuncias, sostiene que el departamento de trabajo no explica qué metodología ni que razonamiento realizó para hacer dichas denuncias, y desmiente al departamento gubernamental, afirmando que colaboró en todo momento con la investigación, y presentó la información de los registros. En referencia a esto, el departamento de trabajo denuncia que Google no estaría proporcionando más información de sus registros, y esto no estaría colaborando con el avance de la investigación.
Entre tantas idas y venidas, Google tuiteó, y sentó posición, al afirmar que todas las brechas de remuneración (género, raza, etcétera) fueron cerradas en toda su organización y sus oficinas en todo el planeta.
