El corpiño es una de las prendas femeninas que resisten el paso del tiempo. No es como otras prendas que están de moda una temporada, a lo sumo dos, y luego se archivan en el baúl de los recuerdos.
El corpiño, por el contrario, no hace más que ganar cada vez más adeptos, porque se ha transformado en un must para las mujeres alrededor del mundo.
Este infaltable en el ropero de toda mujer nació en la década del ´30 del siglo pasado, aunque su lanzamiento al mercado se perpetró en los años ’90. La primera marca que hizo su lanzamiento al mercado fue Wonderbra. Esta marca de corpiños se convirtió rápidamente en un ícono en la industria de lencería femenina. Sus productos se vendían como pan caliente, no solo por la calidad de los productos, sino por la creatividad desplegada en las campañas publicitarias.
Haciendo foco en las campañas publicitarias de esta marca, siempre estuvieron dirigidas más al espectador que a las propias usuarias. Es más, hoy en día serían catalogadas como sexistas, no cuidadosas de la igualdad de género que debe predominar entre hombres y mujeres, y de la lucha del colectivo feminista.
Una de las primeras publicidades de Wonderbra en el mercado estadounidense fue emitida por televisión, y se podía ver a una mujer luciendo un sujetador de la marca.
Para irrumpir en el mercado europeo, por su parte, se apoyó en la imagen de la modelo del momento, Eva Hersigová, una modelo italo-checa.
Las dos publicidades, tanto la americana como la europea fueron contundentes y muy pregnantes, y posicionaron rápidamente a la marca en el mercado de lencería femenina.
La publicidad europea, un poco más que la americana, ponía énfasis en el impacto que el corpiño tendría en los demás. La idea en las publicidades de Wonderbra era siempre dirigirse al público consumidor en general más que a las mujeres, que eran las usuarias naturales de aquel producto.
Tal como resaltábamos anteriormente, la idea sexista de las publicidades imperaba, haciendo énfasis en que con el uso de esta prenda los pechos se verían más grandes, y el efecto que ello causaría en quien lo mirara.
En las publicidades de Wonderbra todo era imagen, muy poco texto era utilizado, o casi nada. La idea se daba por sobreentendida. Incluso, muchas veces el rostro de la modelo no se mostraba, y se ponía énfasis en otras partes de la composición gráfica.
Para instalar una marca en el mercado como lo ha hecho Wonderbra muchas veces se hace necesaria una combinación de elementos, pero sin lugar a dudas la innovación y creatividad son imprescindibles para convertir a una prenda como el corpiño en un ícono de la moda femenina.