La habitación matrimonial es un lugar no solo de descanso, sino de encuentro de la pareja cuando la rutina diaria y el trajín provocan que no haya muchos momentos de intimidad y paz.
Es por ello que el dormitorio debe ser un lugar de relax, paz, bienestar y pausa ante la agobiante marcha de las semanas de trabajo. Este espacio debe ser un lugar agradable a los sentidos para ambos integrantes de la pareja, donde cada uno tenga su rincón personal.
La decoración del dormitorio conyugal no debe dejarse de lado. Es un error no decorarlo o no dedicarle la atención que sí se le presta a otros espacios de la casa en el entendimiento de que es un lugar privado e íntimo que nadie ve. Descansar y encontrarse en un lugar agradable, a gusto, favorecerá sin lugar a dudas a un mejor descanso.
En la tarea de decidir cómo se decorará este espacio tan importante de la casa, deben tenerse en cuenta algunas consideraciones. Esto es, tamaño de la habitación, dónde se ubican las aberturas y ventanas, estilo elegido en la casa, costumbres y hábitos de quienes ocupará ese espacio.
El elemento más importante del dormitorio es la cama. Respecto a esto, se debe procurar no elegir camas demasiado grandes que dejen poco espacio de circulación, si se trata de un dormitorio pequeño. Además, debe tenerse en cuenta que en todo dormitorio matrimonial deberán mínimamente colocarse dos mesitas de luz, el placard o armario y una cómoda.
Debe tenerse en cuenta que la cama deberá ubicarse a un lado de la ventana, nunca delante o detrás, para evitar que la luz moleste el descanso. Se procurará contar con un buen cortinado para mitigar la luz solar y favorecer el relax.
En cuanto a la iluminación, el artefacto será muy importante no solo por la luz que aportará a la habitación, sino como elemento de decoración. Tener en cuenta que la luz no debe molestar, sí proveer de buena iluminación. Al respecto, las opciones son variadas, desde luces led, focos en el techo, hasta lámparas colgantes. También, se pueden colocar veladores en las mesitas de luz, muy útiles para la lectura, o cuando es necesario levantarse durante la noche.
Otro detalle importante es el color que se le dará a las paredes del dormitorio. Deberán ser colores que identifiquen a ambos cónyuges, y tonos que transmitan paz y armonía, dejando de lado aquellos colores estridentes. Por supuesto que respecto a esto no hay reglas, sino que dependerá de los gustos de quienes habitan en ella. Colores como el blanco o los tonos crudos son muy amables y combinan fácilmente con casi todo, además de dar la sensación de amplitud y luminosidad. También, se puede elegir una pared y pintarla de algún color, lo cual aportará modernidad y personalidad al ambiente.
El puntapié inicial en la decoración del dormitorio será la elección de estilo, y en función de esto seleccionar el mobiliario, los objetos de decoración, los colores predominantes, etc. Accesorios como un espejo grande, importante al momento de vestirse, y alfombras al pie de la cama son algunos ejemplos de lo que no puede faltar.
Fuente: http://www.dadamomuebles.com.ar/novedades/como-decorar-un-dormitorio-matrimonial-5609.html