El Poder Ejecutivo Nacional envió un proyecto de ley al Congreso Nacional que versa sobre los créditos hipotecarios.
El impulso a dicho proyecto viene dado por un grupo que viene trabajando desde mediados del año pasado, entre los que se encuentran la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), la Cámara Empresaria de Desarrrolladores Urbanos (Cedu), la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV) y la UOCRA. Asimismo, dicho grupo fue el autor del proyecto, y que finalmente se convirtiera en ley, de la ley de promoción a la construcción privada.
Esta última ley incluye exenciones fiscales, y la posibilidad de blanquear pesos o dólares, siempre que los fondos se destinen a la construcción de obras nuevas, que puede ser desde cero, o con no más del 50% de la obra realizada.
Esta última norma fue concebida para estimular la construcción y la oferta de viviendas, fundamentalmente, y aún queda el desafío de estimular la demanda de dichas viviendas.
En este sentido, referentes del sector afirman que, sin un sistema de créditos fuerte, se hace muy difícil un repunte de la demanda.
En efecto, el acceso y la viabilidad de un crédito hipotecario, en un país con alta inflación, se vuelve casi imposible. La última experiencia en lo que a créditos hipotecarios se refiere fueron los créditos UVA, con miles de tomadores de créditos imposibilitados de hacer frente a las cuotas, por la incesante inflación que condiciona el monto de dichos cánones.
Es por ello que el proyecto de ley enviado por parte del Ejecutivo Nacional al Congreso busca paliar los efectos negativos de los créditos hipotecarios con dos soluciones. Por un lado, que el ajuste de las cuotas se realice, para los tomadores de los créditos, según el índice CVS (índice de variación de los salarios) y según el índice CER (inflación), para quienes otorgan los créditos, los bancos.
Va de suyo que a quien toma el crédito siempre la va a convenir ajustar según el aumento de su salario, y a los bancos, por el contrario, por el índice de inflación. Dado que siempre entre estos dos índices va a presentarse un desfasaje, aquí viene a entrar en juego la segunda parte del proyecto, el cual consiste en crear un fondo fiduciario que compense las diferencias entre ambos índices.
Iván Szczech, presidente de Camarco, afirma en este sentido “son dos lados del mostrador que no siempre van de la mano. En el caso de las UVA, por ejemplo, el CVS perdió contra el CER, o el salario con la inflación. Podría en algún momento suceder al revés. El fondo que proponemos, justamente, viene a compensar eso”.
Por otro lado, el proyecto establece que los créditos hipotecarios se otorguen con la finalidad de la compra de viviendas nuevas, marcando así una gran diferencia con los créditos UVA.
Carlos Spina, presidente de AEV, explica en este sentido “cuando se otorga un crédito para adquirir vivienda usada, lo que se hace es agotar el dinero en stock. Es decir, cuando vos le vendés tu departamento a alguien, ese alguien va al banco y pide un crédito por la totalidad de lo que te va a pagar a vos. En cambio, cuando los créditos se otorgan para nuevas viviendas, el dinero se vuelca al flujo”.
Por otro lado, el proyecto busca fomentar una mayor recaudación para el Estado, dado que el 45% del costo de una vivienda es carga tributaria.
Fuente: https://sramascopadilla.com.ar/