Con estilos, precios y prestaciones bien diferenciadas, las cortinas y las mamparas de baño constituyen dos opciones que tienen ventajas y desventajas. A continuación, profundizaremos en cada una de ellas.
Sin lugar a dudas, las cortinas representan una inversión menor que las mamparas, y poseen la ventaja de ser fáciles de limpiar, y pueden cambiarse cuando se desee invirtiendo poco dinero.
Las mamparas, por su parte, son más prácticas y duraderas, pero poseen un costo mucho mayor que las cortinas de baño. Su principal ventaja es que son más estancas, estéticas, y hoy en día los materiales con los que se encuentran construidas incluyen tratamientos que facilitan su limpieza.
Además, otro aspecto a tener en cuenta es la instalación. Así, mientras las cortinas son sencillas de colocar, y puede hacerlo cualquier persona en su casa, para la instalación de una mampara seguramente sea necesaria la asistencia de un profesional.
Por otro lado, el diseño y estética que presentan una y otra opción son bien marcadas. Las mamparas de baño poseen un aspecto más liviano, ligero, limpio y de diseño minimalista. Al ser transparentes, otorgan sensación de amplitud y posibilitan el paso de la luz. En cambio, las cortinas de baño ocupan más espacio y no permiten el paso de la luz, salvo que se opte por cortinas transparentes.
Asimismo, será necesario precisar cuál es el estilo o estética del baño, ya que para los diseños clásicos o retro la cortina de baño será la opción indicada.
La facilidad de limpieza de una u otra alternativa es quizás uno de los puntos determinantes en la elección.
El aseo de las mamparas no es sencillo, y dependerá de la forma de la mampara, y el sistema de apertura que la misma posea. La complejidad radica en que las mamparas poseen determinadas zonas de difícil acceso, para lo cual se sugiere contar con accesorios limpiacristales. También, hoy en día pueden encontrarse en el mercado opciones de mamparas que poseen tratamientos contra la suciedad y las marcas de cal.
Por su parte, la gran mayoría de las cortinas de baño pueden lavarse en el lavarropas, agregando al jabón habitual bicarbonato o vinagre de alcohol para remover suciedades difíciles.
La seguridad es otro punto a considerar. Las mamparas constituyen opciones más seguras, ya que son fijas y resistentes, y son capaces de soportar el apoyo de la persona ante un resbalón, cosa que no sucede con las cortinas de baño. Las mamparas cuentan con vidrios de seguridad, más resistentes a los golpes y que se parten sin hacerse añicos. La colocación de la perfilería o los brazos (del vidrio a la pared) también influyen en su seguridad.
Pero, las cortinas pueden ser la mejor elección si hay niños en la casa, ya que las mismas pueden correrse completamente para bañarlos con comodidad, cosa que no puede hacerse con las mamparas.
Por último, otro factor a considerar es la conservación de la temperatura. La mampara de baño es capaz de mantener de mejor manera el frío y el calor que una cortina, ya que se crea un ambiente aunque la mampara no llegue hasta el techo, cosa que no sucede con una cortina de baño.
Para finalizar, el dilema entre una opción u otra deberá resolverse considerando diversos aspectos, como ser el presupuesto con el que se cuenta, el tipo de vivienda que se posea, el uso que se le dará, la cantidad de habitantes del hogar, entre otros.