La nueva temporada primavera verano del hemisferio norte ya empieza a marcar tendencia en lo que a joyas se refiere.
Centrándonos en aros y pendientes, se puede decir que la moda europea no mira tanto al pasado, pero toma mucho, por ejemplo, de la moda de la década de los ochenta con el estallido de color y exceso en el vestuario. Esto se ha visto plasmado en firmas como Moschino, Michael Kors o Anna Sui, que han dado rienda suelta a los tonos neón.
Asimismo, han recobrado popularidad los piercings y pendientes micro, un aporte del street style que se ha impuesto de manera indubitable.
La moda, en resumen, confirma que varios estilos, muy diversos entre sí, pueden convivir perfectamente, tal como reseñaremos a continuación.
Tal como mencionáramos anteriormente, los piercings vuelven como un clásico renovado, y ya puede apreciarse cómo modelos, instagramers e influencers lo han adoptado, colocando varios aros diminutos en sus orejas, pero de llamativo diseño. La idea es contar con varios piercings, y colocarlos uno al lado del otro en tamaño decreciente a medida que ascienden por la oreja.
Por otro lado, siempre contamos con los clásicos que nunca pasan de moda. Es el caso de los pendientes en forma de argollas, aros que dependiendo de su grosor, material y tamaño pueden acomodarse de manera versátil a un look diurno o nocturno.
Los pendientes largos también adquirirán protagonismo esta temporada. En esta oportunidad, aparecen de líneas sencillas, sin muchos destellos de color o formas complicadas, para ser utilizados tanto en conjuntos diurnos como en vestidos de noche.
Para otorgarles el protagonismo que se merecen, y destacar su ligereza, se recomienda utilizarlos con el cabello recogido, en combinación con escotes cuadrados o escotes bote.
Por último, las perlas también emergen como un clásico, que nunca está de más.
La diseñadora e influencer española María Bernard lleva las tendencias más allá de las fronteras de su país natal. La misma es una amante de lo vintage, pero combina a la perfección lo viejo y lo actual, en una estética que no cansa y no se sobrecarga. En las pasarelas de París se la ha visto lucir pendientes de perla en forma de botón; los mismos suman elegancia sin caer en excesos, resaltando la simplicidad de las joyas sencillas y prácticas de llevar.