Los diferenciales eléctricos se incluyen dentro de la categoría de elementos de protección, es decir, disminuyen la posibilidad de que quien trabaja con corriente eléctrica sufra un accidente.
Precisando una definición, puede decirse que un diferencial eléctrico es un dispositivo electromecánico, a modo de interruptor. Es utilizado como sistema de protección automático, a los fines de proteger a las personas o los equipos en caso de una falla en el circuito eléctrico. Es utilizado en instalaciones de corriente alterna. Su uso es obligatorio en el sector industrial y doméstico.
En cuanto a su funcionamiento, el diferencial es activado al detectar alguna anomalía en el circuito eléctrico, disparándose y cortando el suministro eléctrico.
No solo protegen a las personas de una electrocución, como es el caso de que éstas entren en contacto directo con la corriente, sino que también son capaces de prevenir incendios o daños en maquinarias o equipos.
Entre sus principales características, se destacan las siguientes:
- Son seguros, ya que detectan hasta la más mínima fuga de corriente. Poseen un mecanismo interno muy preciso, el cual los hace inmunes a los errores de lectura.
- Son versátiles. Se adaptan con suma facilidad a contextos industriales y domésticos, dada la variedad de tipos que existen.
- Su instalación por medio de un profesional es de rutina.
- La corriente de fuga suele estar entre 30mA
Adentrándonos en los tipos de diferenciales eléctricos, existen muchas variantes, pero los expuestos a continuación son los más utilizados en la mayor parte de los países del mundo.
Diferencial estándar para corrientes alternas: es también denominado diferencial AC, y es el tipo más común, tanto para uso industrial como para uso doméstico. Se utiliza para corrientes alternas sinusoidales y para instalaciones eléctricas que no poseen propósito específico, sino general.
Interruptor tipo A: no sólo son empleados para corrientes sinusoidales, sino también para corrientes continuas pulsantes. Se diferencia del tipo anterior en que su uso se encuentra normalizado en instalaciones eléctricas específicas.
Asimismo, evitan saltos no programados, como aquellos que han sido inducidos total o parcialmente por factores externos, como los ambientales. Este tipo de diferencial es utilizado en la mayoría de las estaciones de recarga de vehículos eléctricos.
Interruptor tipo B: se trata de uno de los tipos más versátiles, ya que es capaz de detectar las variaciones de sus pares AC, A y F. Es utilizado para hacer frente a anomalías en:
- Corriente diferencial alterna sinusoidal,
- Corriente diferencial alterna superpuesta,
- Corriente diferencial continua pulsante (superpuesta y rectificada),
- Corriente diferencial continua alisada.
Interruptor tipo F: detecta las variaciones de los diferenciales A y AC. En algunos países es denominado interruptor diferencial superinmunizado. Es empleado en ámbitos domésticos, terciarios e industriales. Evita los saltos repentinos que pueden producirse cuando un determinado equipo sufre un exceso de consumo energético.
Interruptor tipo S: se emplea en contextos industriales, y es también denominado diferencial retardado. Se utiliza en industrias que incorporan más de un interruptor en toda la fase eléctrica, debido a la selectividad con la que operan, ya que poseen la ventaja de poder aislar o limitar el corte sólo a la zona que se ha visto afectada. Esto último es de suma utilidad, al evitar detener por completo la operatividad de toda una fábrica o planta industrial.
Diferenciales instantáneos y rearmables: son empleados para uso doméstico.
Interruptores termomagnéticos: se encargan de proteger los elementos eléctricos de las máquinas por sobrecalentamiento, cortocircuito o fluctuaciones de la red eléctrica.