Philips presenta su línea de luces fluorescentes compactas (CFL por sus siglas en inglés).
El uso doméstico de estas luminarias mejoran el rendimiento, a la vez que proponen un ahorro de energía y aseguran una vida útil extensa.
Las luces CFL de Philips constituyen una combinación entre la energía de la iluminación fluorescente y lo práctico y popular de las luces incandescentes.
Las lámparas compactas fluorescentes Philips representan un ahorro energético de hasta un 75% y tienen una duración de entre 6000 y 15000 horas, 6 a 15 veces más que las luminarias tradicionales.
Las luces CFL poseen un tamaño que encaja en la mayoría de las luminarias diseñadas para lámparas incandescentes, y se encuentran disponibles en blanco suave, natural o luz de día.
Son recomendadas para utilizar en espacios donde las luces permanecen encendidas por largos períodos de tiempo.
Remontándonos a la historia de las luces CFL, las mismas tienen su origen a mediados de la década del ’80, mejorando su rendimiento, eficiencia, precio y vida útil a partir de los años ’90.
En cuanto a su funcionamiento, las luces CFL operan a través de la corriente eléctrica, la cual se conduce a través de un gas inerte para producir luz ultravioleta, invisible al ojo humano.
Dicha luz ultravioleta interactúa con fósforos que revisten la superficie interior del tubo de la lámpara fluorescente, convirtiendo así la luz invisible en luz blanca visible. Estas lámparas fluorescentes poseen al balasto como fuente de alimentación, el cual regula la corriente de funcionamiento de la lámpara y otorga una tensión de encendido compatible. Las luces CFL utilizan un balasto electrónico, el cual desempeña el mismo rol que un balasto magnético, pero superando a este último en rendimiento. Además, el balasto electrónico funcionan a una frecuencia más alta, eliminando el parpadeo y el ruido y aumentando la eficacia. Para mencionar otro beneficio del balasto electrónico, este posee un diseño más sencillo, y permite conectar en red los productos de iluminación para un control avanzado de los mismos.
Las luminarias CFL de Philips son recomendadas para la iluminación de tareas en estudios, oficinas u otros espacios que requieran un brillo especial. Duran 20 veces más que las luces incandescentes tradicionales, representan un ahorro de energía de hasta el 75%, y podrá disfrutarse de una luz brillante y estimulante por más tiempo.
Las luces CFL de Philips se encuentran disponibles en una variedad de formas y tamaños, de acuerdo a las necesidades.
La forma de barra, muy popular, es perfecta para la iluminación funcional, habitualmente en luminarias comunes, en lámparas de pantalla, donde la bombilla es menos visible.
La forma espiral compacta es una opción indicada para luminarias de menor tamaño, y la ideal si se necesita más flujo luminoso para llenar de luz un espacio.
La bombilla estándar (“forma A”) es la forma más familiar, la más adecuada para crear ambiente y una atmósfera acogedora, y se utiliza sobre todo en lámparas de mesa o luminarias de techo.
Las formas decorativas (globos, velas) se utilizan para luminarias donde la bombilla es más visible
Los tubos, por último, se utilizan para la iluminación de tareas o para iluminar áreas de gran tamaño tales como pasillos o garajes.