La cocina es un espacio neurálgico de la casa. Allí no solo se preparan los alimentos, sino que además es lugar de charlas, café y en muchas ocasiones lugar de desayuno, almuerzo y cena.
Es por ello que si se planifica realizar una reforma en la cocina, a los fines de modernizar este ambiente, se deberá realizar de modo que resulte tanto bello como funcional.
Lo conveniente antes de encarar una reforma de este tipo es diseñar, si es con un arquitecto mejor, los espacios, sobre todo lo referente a almacenamiento. Esto deberá realizarse teniendo en cuenta la cantidad de personas que habitan en la casa. En efecto, no es lo mismo guardar ollas, platos y utensilios para dos personas que para cinco o más, ni es igual una familia que cocina que otra que básicamente se maneja en torno al delivery.
Por otro lado, la diagramación debe poner especial atención en el área donde se preparan y cocinan los alimentos. Debe tratarse de un espacio con suficiente ventilación, profundidad, y realizado con materiales que resistan el calor y la suciedad, de fácil limpieza.
Además, si el espacio de la cocina es también utilizado para comer o desayunar, se deberá diseñar el espacio teniendo en cuenta la colocación de una mesa o barra de desayuno.
La reforma de la cocina es un proceso que demandará tiempo y será invasivo si la obra se desarrolla con personas habitando el hogar. Por eso, deberá diseñarse y planificarse de modo que perturbe lo menos posible la rutina hogareña.
Principal atención deberá ponerse a la presencia de ventanas, la luz con la que se cuenta, las sombras, y los rincones que vale la pena aprovechar.
Los arquitectos y diseñadores hablan de “un triángulo de trabajo” a los fines de organizar el espacio. Se trata de trazar líneas imaginarias formando un triángulo, que incluyan las áreas de almacenaje, lavado y cocción de los alimentos. Consiste en seguir el recorrido que una persona realiza cuando está en la cocina.
Existen diversos tipos de cocina, en función de la distribución que cada una presenta:
Cocina con isla en el centro:
Cuando se planifica colocar una isla en el centro, esto es determinante de la separación del ambiente cocina del living o comedor, provocando sensación de apertura y amplitud al conjugar estos dos espacios. Se recomienda que la isla no esté a más de 1,20 mts. de la zona de lavado o cocción para que resulte funcional.
Cocina lineal: En este caso no se podrá formar el triángulo, ya que generalmente estos ambientes no tienen más de 2,50 mts. de ancho. La clave de estos espacios es el almacenamiento en alacenas.
La cocina en forma de “L”: En este tipo de cocinas hay que aprovechar bien los rincones, sobre todo el que queda bajo el encuentro entre las dos mesadas.