Elementos de la suspensión a los cuales debe prestarse especial atención
La conducción de un vehículo conlleva muchas responsabilidades, entre las que se incluyen velar por la seguridad de los ocupantes del automóvil, como así también de terceros.
En este sentido, los problemas que se suscitan debido a piezas de la dirección y suspensión en mal estado son numerosos, y es por ello que se vuelve indispensable realizar una comprobación del estado en que se encuentran.
Efectuar un control periódico es vital, y también es muy importante que el taller encargado del control y/o reparación informe debidamente a sus clientes de la importancia de realizar este tipo de cotejos con asiduidad.
Así, en el entendimiento que es primordial tener un buen conocimiento del funcionamiento de las suspensiones modernas de las ruedas, como también saber cómo interactúan cada uno de los componentes, deberá prestarse particular atención a las cazoletas, los brazos y los guardapolvos.
Comenzando por las cazoletas, debe decirse que siempre que se realice la sustitución de la columna de suspensión y un amortiguador, también deberá sustituirse la cazoleta de suspensión o del amortiguador correspondiente, así como también el tope de compresión o los fuelles. Esto, debido a que las piezas de suspensión siempre se encuentran sometidas a desgaste, sin perjuicio de la complejidad general de la suspensión.
Es importante destacar que, luego de realizada la comprobación visual será necesario efectuar una prueba de conducción.
Por otra parte, si se detectara un comportamiento del vehículo que se encontrara fuera de lo normal, o se sintieran ruidos inusuales, esto puede significar que existen otros componentes defectuosos de la suspensión, tales como los brazos o las bieletas estabilizadoras.
Las rótulas sufren un mayor desgaste cuanto mayor es el peso del vehículo. Cuando se atraviesa un bache, por ejemplo, las fuerzas que actúan sobre las rótulas de dirección y las barras axiales van dejando su huella sobre estas piezas, afectando negativamente la geometría del eje, y por ende, provocando desequilibrios al conducir.
Es vital prestar atención y cambiar aquellos componentes que se encuentren defectuosos o en mal estado, ya que de lo contrario ocasionarán un mayor desgaste en otras piezas de la suspensión o de los neumáticos, comprometiendo así la seguridad de la conducción y de los ocupantes del vehículo.
Además, los técnicos mecánicos especializados deberán comprobar si los guardapolvos que se encuentran en las rótulas de suspensión se encuentran desgastadas, o presentan fugas.
Si sucediera que las partículas de polvo penetran en la rótula, esto puede dañar la carcasa esférica plástica del interior, y producir el mal funcionamiento tanto de la carcasa como de la esfera de la rótula. Esto provocará que la holgura de la rótula no sea la necesaria para su buen desempeño.
También, deberá cotejarse el estado de los anillos de sujeción y de los fuelles de goma.