Metales preciosos, los protagonistas de la joyería
Los metales preciosos son los verdaderos protagonistas de la joyería, y marcan algunos de los momentos más importantes de nuestras vidas. Desde la selección de las alianzas de boda, pasando por los primeros aros que usará una niña recién nacida, hasta algún colgante o pulsera.
Algunos de los metales preciosos utilizados en joyería poseen su propia historia y tradición. Así, por ejemplo, el oro era el metal propio de los reyes. Era símbolo de prestigio, lujo y elegancia, y representaba el calor del sol.
El oro es un metal noble, maleable, y posee un brillo natural inalterable. Al tratarse de un material sumamente blando generalmente precisa de aleaciones con otros metales, dando como resultado diversos colores, como oro amarillo, oro blanco, oro rosado, o más rojizo, por ejemplo. El oro se mide y valora en quilates (18 quilates= 750%).
El oro es un metal muy antiguo, explotando su popularidad en el siglo XIX con el descubrimiento de la “Ruta del Oro” en California.
El platino, por su parte, es un metal noble por excelencia, descubierto por los nativos de América del Sur. Se trata de un metal denso y pesado, maleable, dúctil y de color gris. El platino surge de yacimientos naturales y es altamente resistente a la corrosión y a la abrasión. El ideal para piezas de joyería que poseen monturas metálicas.
En España, por imperio de la ley del 1 de Julio de 1985, capítulo II, artículo 9, para comercializar una joya de platino debe alcanzar como mínimo la ley de 959 milésimas.
La plata es un metal preciado por su blancura y su brillo, y es altamente difundido y utilizado en bisutería. La plata es un metal maleable aplicado a la creación de infinidad de piezas como pulseras, aros, anillos, entre otros. La plata se mide en onzas, y su uso se remonta a la antigüedad. Los alquimistas llamaban a la plata como el “metal de la luna”, ya que simbolizaba la feminidad y la transparencia.
Según el metal con el que se encuentre aleada la plata, podrá encontrarse plata ley 999, 925 y 800, según el nivel de pureza de plata que presente. El número aparecerá en la pieza para identificar este dato. Así, si la pieza de plata presenta la leyenda 925, es porque en 1000 gramos de plata de ley, 925 son de plata pura y 75 gramos son de cobre.
Por último, podemos citar al paladio. El paladio es un metal que pertenece a la familia del platino, y fue descubierto en el año 1803, adquiriendo su nombre del asteroide Pallas.
Se trata de un metal que en su estado original se encuentra dividido en láminas muy finas, y es muy blando. El paladio es muy utilizado en el mundo de la joyería, ya que es utilizado para realizar aleaciones con el oro, además del níquel.