Cómo será el mercado inmobiliario en el 2019
La incertidumbre que reina por estos días respecto a cuál será la situación económica en el 2019 se generaliza, y el mercado inmobiliario no es la excepción.
Preguntas tales como cuál será el precio del dólar, cuál será la inflación, si habrá un resurgimiento de los créditos hipotecarios UVA, o alguna otra herramienta de crédito para reactivar el sector, son algunos de los interrogantes que rondan por las inmobiliarias.
El humor de desarrolladores, empresarios de la industria del ladrillo, corredores inmobiliarios e inmobiliarias no es el mejor. Si de balances del año 2018 se trata, se podría decir que comenzó de manera prometedora, con el boom evidenciado por los créditos hipotecarios UVA, y desde mediados de año hacia el final la caída fue estrepitosa. Mermó la consulta en bancos e inmobiliarias, y referentes del sector inmobiliario se animan a decir que sobre el final del año los teléfonos de las inmobiliarias ni siquiera sonaban.
Para el año que se aproxima, Gustavo Llambías, vicepresidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda, se perciben algunos puntos positivos para el año 2019: “Si la Argentina logra revertir en el segundo semestre el ciclo recesivo e inicia un proceso de moderado crecimiento -como pronostica el Gobierno y varios analistas-, podemos esperar que nuestro rubro amplifique esa recuperación”. Sin embargo, Llambías admite que la actividad en el sector será escueta y modesta.
Los principales puntos sobre los cuales los empresarios depositan sus malas percepciones y expectativas para el año venidero son las siguientes:
Inflación: Este año culminará con un 45% de inflación, prácticamente el doble de lo esperado y anunciado por el Gobierno Nacional. Para el año 2019 se espera una inflación del 30%, que si bien es menor a la alcanzada en 2018, es aún alta como para esperar una reactivación del sector.
Créditos hipotecarios UVA: esta herramienta se presentó como la solución para dinamizar la venta y garantizar el acceso a la vivienda propia a la clase media. Los créditos hipotecarios UVA tuvieron un boom hacia finales del año 2017 y principios de 2018, pero la devaluación del peso a mediados de este año y la escalada del dólar dinamitaron a estos créditos, y con ellos la ilusión de miles de familias.
Los créditos hipotecarios UVA se han vuelto una herramienta inalcanzable, prácticamente inaccesible para el trabajador medio. En efecto, los créditos son otorgados en pesos, pero las propiedades se mantienen valuadas en dólares. Al incrementar el valor de la moneda norteamericana, incrementa el valor de las propiedades. El problema reside en que el dinero que los bancos prestan se mantiene, o se deprecia mejor dicho con la devaluación de la moneda, lo que obliga a las familias a contar con un ahorro previo para poder acceder a la compra de las viviendas.
Dólar: Los cálculos de desarrolladores y corredores inmobiliarios se basan en el valor de la divisa norteamericana y su evolución. El temor del sector es quedar desfasados como quedaron este año que culmina, lo cual provocó el alejamiento de la gente al sector para concretar operaciones inmobiliarias.
Para el año 2019, el Gobierno Nacional pronostica un dólar a $50.- Los pronósticos son totalmente perjudiciales para el sector, ya que los créditos otorgados por los bancos son en pesos, y lo valores de las propiedades, tal como decíamos anteriormente, se mantienen en dólares, y en este sentido incrementarán sus valores de acuerdo a las variaciones en los valores cambiarios.
Elecciones: Este constituye otro de los factores que suma incertidumbre al panorama económico, del cual el sector inmobiliario no escapa.
Como todo año electoral, la población no arriesgará en la realización de operaciones, máxime inmobiliarias, a la espera del resultado de las elecciones que se aproximan, que son presidenciales.
Referentes del sector afirman que el año electoral que se aproxima no será para nada fácil, en una contienda electoral que tiene como protagonistas a candidatos que polarizan en dos proyectos de país totalmente antagónicos. Será un año donde la inversión se retraerá, y esperará el resultado de los comicios.